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  Germán Segura (1839-1901), médico. Poseedor de una sólida fortuna, nunca dependió del ejercicio de su profesión. En realidad, vivía en forma periódica en Montevideo o Buenos Aires, arrastrando un misantropismo peculiar que lo hacía vivir aislado, solo, únicamente sensible al dolor humano. En su sensibilidad exquisita a la desgracia, a la miseria y al dolor humano, daba al que se lo solicitara lo que llevaba con él, dinero, el reloj, el abrigo… Era medio hermano de Federico Soneira. No teniendo buena relación entre ellos, ocupaban alternativamente la vieja casa quinta del Miguelete (Castillo Soneira) que fuera propiedad de su madre. Cuando tocaba el turno de habitarla Soneira, Segura retiraba sus bocales que eran reemplazados por las esculturas que hacía Soneira, artista aficionado al arte de Fidias, el cual había estudiado en Florencia; luego se realizaba el procedimiento inverso al volver la quinta a ser habitada por Segura. Muere soltero y sin hijos. Dona $ 20.000 para el H
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  Pedro Bourse, uno de los primeros dentistas en el Uruguay. 1865 En estas tierras por mucho tiempo la profesión de “sacamuelas” fue patrimonio de los barberos. La primera noticia que existe de un dentista es del 6 de julio de 1829. Se trata de Alberto Gallatin Mac Queston en la calle del Portón (hoy 25 de Mayo) 40, al año siguiente se muda para la calle San Vicente (hoy Pérez Castellano) 30 y luego no se sabe más de él. En 1831 se instala brevemente el profesor Luis Antonio de Carvalho, a quien los sigue José F. Hill en 1832, el francés Federico Van Yseghem desde 1837, el español Simón Estadas en 1838, el neoyorquino Tenker entre 1841 y 1842 y el londinense James Brooks Lewis en 1842, el porteño Juan Coquet en 1845 y el vasco Zugarramurdi en 1849.   1829 En la prensa de 1847 en la Villa de la Restauración (hoy barrio La Unión) publica: “ Pedro Bourse , cirujano-dentista francés que está radicado en Buenos Aires, respetuosamente pone en conocimiento de sus amistades y público en gener
  La historia del fusilamiento de Ángel Fernández,   autor del olvidado Crimen de la calle Liniers (o Del Cuerpo Quemado o De las Pasivas).   Lo siguiente es una crónica roja, se recomienda discreción. A la noche del 21 de mayo de 1889 un criminal esperó dentro del escritorio de Francisco Dastres en la calle Liniers 192 a su llegada. En ese momento le dio un golpe en la cabeza y lo asesinó con dos puñaladas en el tórax. Recostó el cuerpo en un sofá e inició un incendio para ocultar las pruebas. Dastres de 38 años era simpático, querido por todos y con fama de valiente. Su rostro desfigurado por un corte sobre la ceja izquierda que le había producido la pérdida del ojo. Estaba separado de su esposa desde hacía meses “sin haber conseguido nunca que reinase buena armonía” y ella había solicitado el divorcio. Dastres había denunciado saber que a Ángel Fernández le habían ofrecido dinero para asesinarlo, que luego se supo fue la esposa de la víctima. Sus restos fueron exhibidos en el
  El primer zoológico de Montevideo - La Quinta de los Bichos.   Por el año 1820 llega a Uruguay Juan Nicola Grsko. Encontró el éxito y le compra tierras a José Ramírez delimitadas por Constituyente, Salto, Canelones y Trueba. Hace su vivienda en aquel paraje por entonces despoblado, El Mirador Azul pintado completamente de ese color y visible desde lejos. Comenzó a reunir animales, aves de todos los tamaños hasta avestruces, peces, monos, especies autóctonas de mamíferos y un tigre. Viendo que los curiosos miraban desde fuera de la cerca, los empezó a dejar entrar las tardes de los domingos. En esta reseña no puede faltar mencionar el Molino Oriental, construido por Nicola en 1875 y producía hasta 15.000Kgs de harina por día. Al crecer la ciudad, el presidente Latorre (personaje de temer) se vio en la necesidad de abrir el tramo de la calle Soriano entre Trueba y Salto que era ocupada por la quinta y sin ningún trámite previo mandó obreros a iniciar la tarea. En su casa en defen